martes, 21 de septiembre de 2010

1984.


Hace más de un mes empecé a leer este libro y por diversas razones mi lectura fue bastante salteada. Lo importante es que me tome el tiempo y termine de leerlo; y hay tanto que me genera contar y pensar el haberlo leído que creo que no puedo llegar a contar ni la mitad de las cosas, pero igualmente les dejo un mínimo resumen de esta maravillosa obra de George Orwell.



“Quien controla el pasado, controla el futuro; quien controla el presente controla el pasado”.
George Orwell


En un contexto donde el mundo que conocemos a cambiado sus límites y ha pasado a ser gobernado por tres grandes potencias: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental; existe una ciudad llamada La Victoria ubicada en Oceanía (no el continente, sino en una Oceanía entendida como potencia que se extiende por toda América, partes de áfrica y que también ocupa todo el continente que nosotros conocemos con el mismo nombre). Esta Oceanía es gobernada por un líder omnipresente (gracias a la tecnología de las telepantallas, que son aparatos que todo lo ven, y todo lo escuchan, y están ubicadas desde lugares públicos, hasta cada habitación de las casas de los miembros del Partido y/o lugares de trabajo) El Gran hermano, este mandatario que no se sabe si es real o es solo una persona ficticia que sirve como propaganda política, es el que lidera El Partido, llamado así porque es único y no hay otro que compita contra él. El único enemigo del Partido es Emanuel Goldstein, líder de una Hermandad que funciona clandestinamente cometiendo vandalismos contra El Partido (que tampoco ningún ciudadano sabe si realmente existe o si es solo invento del mismo partido). La sociedad se divide en los miembros del partido exterior, que serian como una oligarquía gobernante y clase alta, los miembros del partido que sería una especie de clase media, y los “proles” que serian como su nombre lo indica: los proletarios, pertenecientes a una clase baja trabajadora a la que los gobernantes ni se molestan en controlar porque creen en su inferioridad intelectual. Este Partido se divide en varios ministerios. Cuatro de los principales son: El Ministerios de la VERDAD, donde se encargan de la falsificación de documentación histórica para favorecer el gobierno oficial, el Ministerio del Amor, donde se castiga y tortura a los crimentales (personas que están en contra del Partido), el Ministerio de la Paz, que se encarga de todo lo que tenga relación con la guerra, y el Ministerio de la Abundancia, que se encarga de la economía y siempre están ajustando las raciones que le corresponden a la gente y haciendo creer que dan más, cuando cada vez dan menos.
En esta ciudad que parece el mundo del revés se proclama el siguiente discurso: La guerra es la paz, la ignorancia es la fuerza, y la libertad es la esclavitud. El sistema de leyes impuesto es el Ingsoc, y quienes controlan su cumplimiento son los policías del Pensamiento.

Argumento:

Un hombre llamado Winston Smith es quien protagoniza esta historia. El es miembro del partido y trabaja en el Ministerio de la Verdad, vive una vida rutinaria en la cual cada día más se convence de lo mentiroso que es el Partido (ya que su trabajo justamente es modificar el pasado, y convertirlo en argumentos a favor del partido). Winston conoce a una joven miembro de la Liga Juvenil, Julia, quien también odia El Partido. Ambos se convierten en amantes, y logran ocultar sus encuentros de la telepantalla (que no permite que los miembros del partido tengan sentimientos de amor hacia otra cosa o persona que no sea el Partido o El Gran Hermano). El conflicto comienza cuando Julia y Winston se unen a la supuesta “Hermandad” que dirige Goldstein; por unirse tienen acceso a “El Libro”, que es un manual que explicaba lo que era la vida antes de la revolución que hizo El Partido, además rebelaba los métodos del discurso oficial. Luego de un tiempo son descubiertos y encarcelados ambos por ser “crimentales”, y allí encerrados en el Ministerio del Amor es cuando sus mentes y voluntad propia serán puestos a prueba, y se verá si los peores castigos pueden cambiar hasta los pensamientos de la gente más analítica.

Conclusiones:

Una de las tantas conclusiones que saco de esta historia es “somos lo que pensamos” y por eso el afán de La Policía del Pensamiento de en todo momento utilizar el panoptismo social “LA TELEPANTALLA”, para controlar cada instante de la vida de las personas, saber que hace y que no, saber que piensa y descubrir si ese sujeto puede ser un CRIMENTAL.
También me concientice en los poderosos manejos de los gobiernos, las técnicas y métodos que se utilizan para de apoco ir convirtiéndonos en sujetos sin voluntad, sin capacidad de razonar las cosas y creer que ese 2 + 2 = 5 puede ser entendido como realidad, si uno no es lo suficientemente crítico.

Calificación:

En un promedio de cinco estrellas como máximo creo que merece 4 estrellas, es una historia realmente bien pensada, nada deja lugar a baches, todo fue explicado y todo cerraba en esa ficticia sociedad politizada donde la ignorancia es la fuerza, la esclavitud es la libertad, la paz es la guerra y todo se hace conforme al Gran Hermano, líder del Partido único.

Nivel de recomendación:

Si sos una persona con total desinterés en la política creo que es NO RECOMENDABLE que lo leas porque no va generarte nada y hasta incluso te puede aburrir; pero si sos una persona crítica, que quizás no tengas una opinión política definida, pero aceptas el hecho de que la política es búsqueda del poder y control de las masas, y que esa búsqueda está llena de mentiras, des-honras, e intereses egoístas creo que es ALTAMENTE RECOMENDABLE este libro; y aun más si sos una persona que le interesa saber los manejos que los gobiernos utilizan para gobernarnos, las mentiras que intentan hacernos creer, te digo: NO PODES NO LEERLO!

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mi enemiga "La Jeringa"




Ya sea para sacarme sangre o ponerme una inyección, en todas sus formas la odio y me aterra!
¿Porque me tomo la molestia de hablarles de esta fobia que le tengo a la JERINGA? la respuesta es que hoy tuve que hacerme el Preocupacional para mi nuevo trabajo en una clínica (como recepcionista eh, jamas ni doctora, ni enfermera, ni kinesiologa ni nada... odio la medicina, aunque no tanto como odio a las agujas y jeringas). Bueno solo les dejo un popurrí de jeringas, agujas, más y más jeringas... admitanlo... no son aterradoras? ja